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miércoles, 31 de diciembre de 2008

Crisis financiera del ICE sin respuesta

Jorge Arguedas Mora (*)

Recientes noticias de la prensa nacional donde se destaca que el ICE pide un aumento de tarifas dan la razón a nuestras denuncias de que la institución está atravesando por una seria crisis financiera.

Según dichas informaciones, el ICE pidió dos alzas de emergencia para comprar combustible, ya que la entidad tiene un hueco financiero de ¢50.000 millones y está entrando en una “caótica y crítica situación”.

La institución solicitó a la ARESEP aumentos de tarifas en dos partes que, juntas, suman un 26.49% a partir de enero, sosteniendo como única justificación el alza internacional de los precios de los combustibles.

ANTTEC alertó sobre esta situación en una carta abierta enviada el 23 de julio del 2008 a los diputados, donde señala el alto riesgo en que se encuentra la institución. Sin embargo, hasta la fecha ni la Administración del ICE, ni sus voceros se han referido al tema, aunque no nos sorprende su silencio, pues prefieren alardear de un supuesto “estado boyante” en las finanzas.

Advertimos en la nota los efectos negativos de los procesos de apertura, y agregamos a este riesgo “... el estado alarmante en que se encuentra el sector eléctrico del ICE”, lo que da como resultado “... números rojos en sus estados financieros mensuales del 2008”.

Por eso no nos sorprende cuando mencionan la “caótica y crítica situación” actual, pues el sector eléctrico acude a líneas de crédito especulativas y recibe del sector de telecomunicaciones millonarias sumas (¢67.000 millones por el uso de la red de postería) y traslados financieros que maquillan la realidad que atraviesa el ICE.

¿Y cómo no va a ser caótica la situación del ICE, si en el primer trimestre del 2008 el sector eléctrico cerró con una pérdida alentada por arrendamientos de equipos, combustible y el pago a cogeneradores privados? Todo este gasto corresponde al 50% de los ingresos por servicios.

Manifestar que los precios internacionales de hidrocarburos justifican el alza solicitada como el único factor de la crisis, no es aceptable, pues las pérdidas en el sector financiero no son algo nuevo. El 2007 cerró con millonarias pérdidas (¢25.000 millones y una pérdida neta, sin tomar en cuenta las subsidiarias, de ¢41.000 millones más).

Además, y esto lo consideramos fundamental, están las políticas neoliberales de todos los gobiernos que impiden al ICE desarrollar planes de inversión y obras hidroeléctricas, porque absurdamente las consideran gasto y no inversión. Hoy esa política nos pasa la factura.

Lo más grave del caso es que ahora, cuando la institución tiene el agua al cuello, el gobierno de la República, a través del Ministro Rector del ICE, Roberto Dobles, está hablando de una reforma legal para estimular la generación privada de electricidad, que es sumamente onerosa, y la UCCAEP sale a la opinión publica a plantear la privatización de la generación eléctrica.

Esa es la única respuesta de los funcionarios responsables de la política económica que restringieron la inversión del ICE en obras hidroeléctricas.

¿Será que quieren montar una situación semejante al extinto Banco Anglo, para justificar el desmantelamiento y el cierre de la institución?
Otra vez insistimos: la Asamblea Legislativa debe convocar a la Administración Superior del ICE, desde su Presidente Ejecutivo, Gerente General, Subgerencia Corporativa, Subgerencia Administrativa, Financiera, Telecomunicaciones, Energía y Auditoría Interna, para que expliquen y rindan cuentas sobre la situación de crisis financiera del ICE y qué directrices han recibido desde la Rectoría Sectorial para resolver esta grave situación, que pone en riesgo el cumplimiento de las metas y objetivos institucionales.

Llamamos la atención acerca de que la decisión del gobierno y de los diputados del Sí, de aprobar las leyes complementarias del TLC relacionadas con el ICE, ya está afectando a todos los costarricense pues los sectores de telecomunicaciones y energía se desestabilizan irremediablemente.

Señalamos con vehemencia que aquí hay responsables que deben ser llevados ante la ley, pues están en juego fondos públicos. Nos preguntamos ¿Será acaso que vienen a montar una situación semejante al extinto Banco Anglo, para justificar su desmantelamiento y su cierre?
Ellos tienen la palabra…

*Presidente de la Asociación Nacional de Técnicos y Trabajadores de Telecomunicaciones (Anttec).

Neoliberales deben explicaciones

Julio Suñol

Con cordialidad y en aras de la amistad mantenida con muchos de ellos, estamos esperando que los neoliberales nos den algunas explicaciones para entender en qué se basaban cuando sustentaban sus tesis – a veces extremistas – sobre el libre mercado y en relación con los enormes peligros que veían ante la mínima participación del Estado para establecer o restablecer la justicia en las relaciones sociales de nuestro país.

Volvemos los ojos a menos de 20 años atrás y recordamos las posiciones de muchos de ellos y las nuestras, relacionadas con los daños y peligros que previmos cuando decíamos que era inconveniente cortar nuestras raíces agrarias, como lo pretendieron y lo lograron. Usaron el falso argumento de que era bueno dejar de sembrar los productos agrícolas que podíamos importar a buen precio, en tanto nos dedicábamos solo a producir y a exportar aquellos otros que eran rentables.

No les importaban nuestros argumentos sobre la obligada y necesaria soberanía alimentaria. Esta soberanía es esencial hoy más que nunca, cuando vemos la escasez y el encarecimiento de infinidad de productos de la tierra con los cuales este pueblo nuestro y la mayoría de los latinoamericanos se alimentaron históricamente.

Algunos de estos neoliberales fueron culpables de que se clausuraran los ferrocarriles de Costa Rica. Abandonamos el del Pacífico, que se movía con energía eléctrica generada con planta propia. La existencia de este medio de transporte -decíamos entonces- nos mantiene abiertas las rutas marítimas porque, ante la eventualidad de una hecatombe o una guerra y la falta de combustibles importados, mantenemos libre la ruta hacia Puntarenas para atender nuestras exportaciones e importaciones y no quedar aislados. Nuestro argumento se ampliaba diciendo que así evitaríamos que la carretera al Pacífico se dañara por las enormes cargas pesadas que transitarían por esa vía: cemento, hierro, tuberías y otros ítems.

Sucedieron las dos cosas y el Ferrocarril empezó a costar casi tanto mantenerlo cerrado que abierto, porque buena parte del personal quedó en planillas. Pero, sin producir ingreso alguno para paliar el desastre.

Esta mentalidad neoliberal también cerró el Banco Anglo Costarricense, gastándose una fortuna por esa clausura, al tiempo que muchos de los deudores escabulleron el bulto y no honraron sus deudas. De haberse reconstituido el capital de la institución y pudiéndose cobrar a los deudores, el antiguo e importante banco sería hoy un activo esencial para el país. Sus pérdidas no hubiesen alcanzado los niveles después conocidos. Su normal funcionamiento, una vez ejecutada la limpieza interna, habría vuelto a generar ganancias y se hubiera restablecido el equilibrio.

Pero no. Y citamos solo estos casos. Todo viene a cuento porque igualmente estos amigos neoliberales que se mesaban las barbas y perdían la compostura cuando se hablaba o escribía sobre la necesidad de más intervención del Estado en ciertos rubros, y menos en otros, hoy guardan un silencio sepulcral cuando han tenido que aceptar, igual que el presidente Bush y sus amigos, que hay momentos críticos en una sociedad, cuando en aras del bien común (y en esta coyuntura, el bien universal) se impone que el Estado intervenga, no para proteger a los especuladores y angurrientos de siempre, sino a los ciudadanos de a pie, a las familias de clases media y submedia que constituyen el corazón palpitante de cualquier sociedad.

Entendemos que hoy nuestros amigos no encuentren hueco en qué meterse. Algunos de estos extremistas estarán con ganas (pero se las aguantan) de llamar “comunistas” a Bush, a MacCain y a Obama, al igual que a la presidenta congresista señora Pelosi y al senador Dodd. La lección es grande y apropiada para los políticos costarricenses, cuando dejan de hacer o dejaron de hacer lo correcto por temor a que los “calificaran” o etiquetaran.

Ahora sabrán que ser líderes de verdad comporta asumir actitudes enérgicas y definitorias – y no menos racionales- a fin de orientar con honradez y entereza al pueblo y al Estado, sin importar los sambenitos de ocasión o las presiones de los grupos de interés que siempre estarán al acecho buscando privilegios personales o corporativos a costa del bien común.

Los ideólogos del libre mercado

Jorge Enrique Romero Pérez (*)

Desde los años posteriores a la crisis de la deuda externa, los ideólogos del mercado llegaron a sostener el fin de la historia y la supremacía del mercado en la sociedad.

Desde los organismos financieros internacionales se impuso la receta internacional del adelgazamiento del Estado y su subordinación al mercado.

Mercado libre y libre mercado. Se divulgó la tesis desde los medios de manipulación y desinformación colectiva a nivel nacional e internacional, que el Estado y los funcionarios públicos eran corruptos. La salvación estaba en el mercado.

Surgieron y revivieron los discípulos de Friedrich Hayek, Ludwing Von Mises, Milton Friedman y demás maestros en la adoración del mercado. Liberales y neoliberales se multiplicaron, muy bien pagados.

Brasil, Argentina y México, entre otras naciones latinoamericanas, supieron de las desgracias para sus pueblos de la aplicación de las recetas neoliberales a favor del mercado. Ello fue parte de la estrategia para que los países deudores pagaran sus deudas externas.

Los países desarrollados impulsaron los acuerdos comerciales, para facilitar la entrada de las empresas transnacionales en los mercados de las áreas de los países subdesarrollados. La caída de los países comunistas ayudó en mucho al comercio capitalista supranacional.

De este modo un buen Estado es el que no interviene en la economía. Es el mercado el que debe regular la economía y la sociedad.

Milton Friedman, neoliberal, decía que el Estado sirve para garantizar la ley y el orden, además del cumplimiento de los contratos (en Capitalismo y libertad); en lo demás es el mercado el que debe actuar.

Tanto en la crisis de los años 1929-1930 del sistema capitalista, como en la actual, 2008-2009, el papel del Estado es fundamental. Los empresarios corrieron y corren para que el Estado los salve. En la crisis clave del siglo XX y en la presente del siglo XXI, los gastos del Estado para salvar el sistema capitalista y a sus empresarios son enormes.

John Maynard Keynes sale de su tumba para hacer valer la importancia macroeconómica de los gastos o la inversión del Estado.

Ahora el keynesianismo y el neokeynesianismo están de moda y los ideólogos del neoliberalismo se esconden y guardan sus armas, para volverlas a sacar en el futuro.

*Catedrático Universidad de Costa Rica (jorgerp10@gmail.com).

El tren ya había descarrilado

Rodrigo Cabezas (*)

Se ha hablado mucho últimamente sobre el descarrilamiento del “ Tren Presidencial “ en su viaje hacia Heredia. Olvidan los costarricenses que este tren hace mucho descarriló.

Nació con el “ pecado original “ de don Oscar de intentar sin éxito torcerle el brazo a los Magistrados de la Sala Cuarta en su primer intento para reformar la Constitución Política y aprobar la re-elección como le dijera a don Guido Sáenz: “ Guido, yo estaba ciento por ciento seguro de que me pasaban la reforma. Tenía la promesa de cuatro magistrados. Uno me traicionó “( Guido Sáenz: Piedra Azul, página 361, Editorial Costa Rica, 2001.

En su segundo intento con los mismos argumentos pero con magistrados nuevos, su reforma fue aprobada para vergüenza nuestra.

El descarrilamiento continuó cuando en una reunión en Guatemala, los grandes capitales centroamericanos con la ayuda de Felipe Gonzáles y el filántropo Carlos Slim lo escogieron como candidato a la Presidencia de Costa Rica (mucho, mucho antes se hacía en el Club Unión ) ya que sabían era la persona indicada para aprobar el TLC con Estados Unidos (Semanario Universidad).

Nos dijo que tenía “ mil cerebros “ trabajando en su programa de gobierno y él como capitán, nos traería orden y prosperidad ( en ese tiempo no se hablaba de “ vacas flacas “). Prometió a los trabajadores de Cartago que irían a su trabajo en motocicletas BMW si ahora lo hacían en bicicleta y en Mercedes Benz si su transporte era los proletarios Hundai. Siguió al pie de la letra el Memorando del Miedo de sus estrechos colaboradores Kevin Casas y el diputado Fernando Sánchez, metiendo cizaña y miedo a los trabajadores que votasen NO en el Referendo y amenazando con no girar dineros a las municipalidades que perdieran en el Referendo (de algo así acusan ahora a Hugo Chávez ? ).

A dos años de gobierno, le cumplió al pie de la letra a sus amigos centromericanos, mexicanos y españoles pues efectivamente, el TLC se aprobó e imagino que pronto veremos más maquilas textileras con mejores trabajos y oportunidades para todos, de seguro tendremos teléfonos celulares y electricidad más baratos y con mejor cobertura, los seguros privados serán como una bendición ( aunque en Estados Unidos los nacionalicen ) y en fin, la prosperidad nos llegue a todos.

Espero que a este tren se le hagan urgentes cambios para que no haya descarrilamientos más serios en el futuro.


(*) Médico

EL ADIÓS DEL AÑO…!!!

Luis Fernando Franco Ceballos (luisfernandofrancoceballos@yahoo.com)

En un paso raudo, con nostalgia y alegría, con risas y lágrimas, vemos el culminar de un año más, lo que nos coloca en la antesala de una nueva etapa de la vida, que para todos deseamos sea fructífera y próspera.

Retrotraemos el paso de los meses para encontrarnos con el recuerdo de días de inmensa felicidad y también horas de tristeza, aunando en ellos el recuerdo de los amigos que en este lapso nos dejaron, las amistades que nacieron, los gozos compartidos y las solitarias tristezas, todo ello en un conjunto de realidades que siempre depara la vida.

Buscamos sin lograrlo, como detener el tiempo, para hacer muy nuestras todas las dichas que el año que termina nos entregó, y que de seguro han sido el fruto de las mejores realizaciones; pero por igual queremos hacerlo terminable para sosegar el alma frente a los dolores acumulados, como el resultado de la acción innoble, colocando en esa balanza que nos entrega el destino los actos valorables y las agonías sin nombre, queriendo encontrar el resultado de paz y tranquilidad.

El eco de las canciones que ayer cantaban Navidad ya solo es eso, y la cercanía de las campanadas que anuncian el advenimiento de un nuevo día en ese esperado cambio del calendario parecen resonar con fuerza en ese decirnos que habrá un mañana luminoso, donde la fe y la esperanza deben ser la mejor compañía.

Avizoramos el ya naciente año con la ilusión del que sueña lo mejor, confiando en que en el decurso de los días podamos cristalizar toda la ansiedad que ahora se ha quedado a la espera; soñamos meses de alegría, proponiendo el alcance de las metas que ayer no más fueron imposibles.

En este paso de los días, pocos en las hojas del calendario mustio, empezamos a contar horas, minutos y segundos que nos llevarán al encuentro del nuevo espacio, para que en medio de la euforia del momento gritemos con el corazón !Feliz Año Nuevo!, deseando de todo corazón que esa felicidad sea perenne para todos aquellos que están cerca o lejos de nosotros, pero que siempre mantenemos en el recuerdo.

Y en esas horas previas, cuando la inminencia de un nuevo ciclo es irreversible, la evocación encuentra la enseñanza de los padres, los amigos de la infancia, las travesuras deportivas, los amoríos prematuros, los maestros de la escuela, los compañeros del colegio, las tareas universitarias, las responsabilidades laborales, la compañía amorosa, el nacimiento de los hijos, la partida de seres queridos, todo ello resumiéndose en un historial que es ayer, pero que se mantiene presente cuando esa compañía siempre la sabemos afectuosa.

Deshojamos el calendario ya con un cubrimiento níveo, pero pensando siempre que hay un mañana que queremos lleno de emotividad, progreso, logros, serenidad, paz, y con el deseo infinito de que aquellos que ayer fueron nuestro soporte, sigan caminando a nuestro lado; que a quienes amamos, sigan compartiendo con nosotros su alegría; que a quienes apenas conocimos hoy, permanezcan dándonos su mano; que aquellos que pasaron por nuestra vida y ya no los vemos, nos señalen el camino de la serenidad; que a quienes hicimos mal, nos den su perdón, y a quienes nos hirieron los perdonemos.

Suenan las copas que en su tintineo por igual anuncian el brindis por el año que llega, y queremos que en los corazones, buenos por naturaleza, y en especial en el sentir de todos aquellos que nos recuerdan con afecto, se siga guardando la alegría que propicia el mágico momento de un nuevo amanecer, de un !Feliz Año!

BUSH Y ARIAS: HERENCIA DE PROCESOS FRAUDULENTOS

Albino Vargas Barrantes *

Mañana, 1 de enero de 2009, iniciamos una nueva fase histórica de nuestra trayectoria como país: el mayoritariamente detestado tratado de “libre” comercio (TLC) con los Estados Unidos entra en vigencia, luego del largo proceso fraudulento, corrupto y de perversión de la institucionalidad democrático-republicana que fue necesario utilizar para imponérselo al pueblo.

Ese proceso fraudulento fue a todo nivel y se les hizo necesario para enfrentar la heroica resistencia patriótica de un pueblo como el costarricense que rechazó ese TLC en la calle y casi hasta en las urnas, pues en este caso el grupo económico y mediático neoliberal de los grandes ricos, encabezado por los hermanos Arias, tuvo que utilizar las más sucias trampas políticas nunca antes vistas desde la Guerra Civil de 1948, para obtener un escuálido resultado cuantitativo a su favor en el referéndum del 7 de octubre de 2007. Ya antes, en febrero de 2006, Arias había resultado “vencedor” en otro proceso manchado por la sospecha de fraude: las elecciones presidenciales más cuestionadas desde los comicios del 48.

El genocida George W. Bush (quien, “casualmente”, llegó a su primera presidencia producto de un fraude electoral) y el desacreditado Oscar Arias entran así, junticos, a zapatazos, llenos de oprobio, rechazo y repudio en las páginas más vergonzosas de la historia nacional. En 1856, los y las costarricenses de entonces, encabezados por nuestro mandatario de la época, don Juan Rafael Mora Porras, don Juanito, lograron una histórica victoria política impidiendo que fuésemos una estrella más en la bandera estadounidense. En 2009, la fraudulenta gestión política de Oscar Arias, con el beneplácito y la complicidad activa del binomio Liberación-Unidad (PLUSC), prácticamente nos anexiona a una economía en profunda crisis, quebrada y con los ideales neoliberales que la inspiran en absoluto descrédito.

El 1 de enero de 2009 queda así registrado como la fecha en que se rompió el esquema doctrinario filosófico y político de la Constitución del 7 de noviembre de 1949. Cuando el genocida Bush proclamó, en Washington D. C., la vigencia del TLC en el caso costarricense, queda a la orden del día la reedición del significado de la victoria de don Juanito y la demanda histórica para la conformación del nuevo sujeto histórico necesario para superar al corrupto PLUSC, sepulturero de los ideales políticos de don José Figueres Ferrer (don Pepe) y del Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia.

Los grandes ricos de la oligarquía neoliberal PLUSC, tienen el panorama clarísimo: quieren que el TLC quede consolidado al máximo nivel jurídico: están pidiendo una nueva Constitución Política. Es lógico. “Su” TLC enterró la filosofía del humanismo cristiano que animó nuestra Carta Magna del 49. Ahora ocupan una constitución de corte neoliberal y para ello, entre otros aspectos, preparan su continuidad en la silla presidencial y en el control del parlamento, en las elecciones generales del 2010.

Por nuestro lado, queda absolutamente claro la naturaleza del desafío que tenemos los sectores que hemos venido abogando, de manera sistemática y desde diversos ámbitos, por el rescate de la Constitución del 49, por la restauración de la democracia de la real división de poderes, por la implantación de nuevas políticas públicas que relancen a Costa Rica como una sociedad inclusiva y solidaria. ¡Alegrémonos! La fuerza que nos dio la razón sigue presente y nos corresponda relanzarla ahora en este nuevo escenario histórico.

Renovamos nuestra fe en la vocación patriótica de los miles y miles de costarricenses, de todas las filosofías políticas que derrotamos ese TLC en el campo ético, en el campo moral, en el campo ideológico, en el campo de la movilización social; gran victoria que nos fue robada en las urnas con la complicidad del tribunal electoral del señor Sobrado que lo puso a la orden de la oligarquía neoliberal de los grandes ricos representada por los hermanos Arias.

Históricas tareas nos aguardan. La gente está harta de tanta estafa política. Ellos, los del PLUSC, solamente cuentan con plata y con manipulación mediática por medio de la prensa que controlan. Pero América Latina está demostrado que la gente está venciendo esos “poderes”. Aquí, en Costa Rica, también es posible una victoria de la gente… Sigamos luchando y construyendo la articulación sociopolítica para el cambio en profundidad.


* Secretario General Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP)

¡Viva la impunidad!

Los personeros del gobierno y en particular los conductores de la política económica, se han dedicado a prevenirnos a todos sobre los peligros eminentes que pesan sobre el pueblo de Costa Rica, el que será, sin duda alguna, víctima de las tormentas económicas y sociales que se avecinan, provocadas por ese huracán que nos depara el mundo capitalista desarrollado y la globalización neoliberal.


Hacemos hincapié en que los males sociales no ocurren por azar; son el resultado de determinadas acciones u omisiones impulsadas por los gestores de la economía mundial y local. La responsabilidad de nuestros políticos y gobernantes es enorme. Atados a los grandes intereses transnacionales, no han dudado en seguir adelante con las recetas económicas dictadas por los organismos financieros desde comienzos de los años 80. Para que nadie piense que estamos sacando un conejo del sombrero, recuerdo cómo pusimos el dedo en la llaga en un pequeño librito escrito en 1985. Dedicado al examen de la deuda externa de Costa Rica, alertamos sobre las consecuencias que nos deparaban el sometimiento a las Cartas de Intenciones con el FMI y a los Programas de Ajuste Estructural impuestos por el Banco Mundial. Así se iniciaba el proyecto neoliberal en Costa Rica.


Jamás pensaron nuestros gobernantes en la importancia de fortalecer el mercado interno y defenderlo, de colocar en el primer lugar a los agricultores y productores de alimentos, de consolidar un sector estratégico de la economía fundado en la propiedad estatal, de impulsar la propiedad y la producción cooperativa, o el desarrollo de las inversiones públicas que fueran ulteriormente compartidas por un sector dinámico y nacionalista del empresariado local. Todas estas propuestas, fueron estigmatizadas por los neoliberales como delirios "conservadores y estatizantes", contrapuesto al ímpetu "bienhechor y progresista" de la globalización.


Lo que sobrevino a partir de ese momento -que tiene al primer gobierno de los Arias como su esencial y principal punto de partida-, fueron los reiterados intentos por desmantelar y privatizar el Estado de Servicio Público. Con la nueva oligarquía a la cabeza, se produjo un giro de 180° en la política económica del Estado con la famosa propuesta, aplicada rajatabla, de la llamada "promoción de las exportaciones". Luego ingresaron en tropel las corporaciones trasnacionales, con una ley de zonas francas completamente adicta a sus intereses y un gobierno de rodillas ante sus imposiciones. Ninguna previsión fue tomada. Ninguna prevención se puso en marcha. Luego se abrieron la cuenta de capitales y el negocio bancario y florecieron los grupos financieros, para los que no hubo supervisiones ni controles. Fue así como se produjo una auténtica privatización de la política financiera del estado.


Es por eso por lo que la presente crisis mundial nos toma completamente desprevenidos e indefensos. Aunque hubiera sido imposible conocer con precisión lo que ocurriría, o bien prever en detalle sus consecuencias, el país se hubiera encontrado mucho mejor preparado que ahora sí se hubiera ejecutado una política patriótica y previsora. Pero las autoridades económicas, que han sido las mismas durante los últimos 20 años, sólo han tenido como proyecto el desmantelamiento económico de la economía nacional, para abrirla y articularla a esas fuerzas internacionales sometidas ciegamente a las premisas de libre mercado. Lejos de atenuar la catástrofe, no han hecho más que estimularla y colocar en estado de indefensión al pueblo costarricense. Son corresponsables, pero son impunes.


Hace aproximadamente 10 años fue cerrado el Banco Anglo Costarricense, propiedad del estado. Como lo expresara con claridad y lucidez el economista Rufino Gil Pacheco, no era necesario cerrarlo. Fue clausurado, fundamentalmente, para tapar cosas. Algunos personeros fueron a la cárcel por el manejo impropio de sobregiros o inusitados riesgos en el manejo de ciertos instrumentos financieros. El asunto aún se debate. Pero ¿Qué ha ocurrido ahora? Podemos asegurar que cosas muchísimo más graves que aquellas. Se han perdido millones y en apariencia, nadie responsable. ¿Qué ha pasado con las pérdidas del Banco Popular? ¿Cómo se han manejado y a dónde se han depositado los fondos de pensiones? ¿Cuáles han sido las relaciones de los sectores financieros y bancarios con las instituciones quebradas en los Estados Unidos? ¿Cómo han sido manejadas y depositadas en qué bancos o respaldadas con cuáles papeles, las reservas nacionales? ¿Por qué ha sido necesario recapitalizar a los bancos y qué se ha hecho el dinero que prestaron? ¿Por qué los bancos les han aumentado, sin el menor escrúpulo, los intereses a los dueños de viviendas o a los inversionistas locales? ¿Quién ha salido en defensa de los deudores nacionales, a cuánto ascienden sus deudas y cuanto más recuperan los bancos con el aumento de los intereses? Hay responsables, pero son impunes.


Nada de esto se dijo ni se planteó en la Asamblea Legislativa, ni aparece tampoco en la ley de recapitalización bancaria. Sin embargo, seguimos desunidos. Las fuerzas del movimiento patriótico marchan en desorden hacia una posible debacle electoral en el 2010. En apariencia, en esta desgraciada desunión hay responsables, pero también son impunes.


Leído en la calle, frente a la casa de Arias, 22, 12, 08, 8 p.m.

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